martes, 17 de mayo de 2011
Superviviente con un tubo en la cabeza
El rescate fue aparatoso y los sanitarios tuvieron que cortar el objeto metálico que le entró por la boca y le arrancó todos los dientes delanteros. No confiaban en su supervivencia, pero Linn es un afortunado, según los médicos que lo atendieron.
Linn, se quedó dormido al volante cuando viajaba acompañado de su esposa y sus dos hijos. Se salió de la carretera yendo a empotrarse contra una valla.
Un tubo metálico se estrelló contra el parabrisas lo atravesó y terminó encajado en su cara, justo debajo de la nariz. El objeto le rompió los dientes y salió por la parte trasera de su cuello.
Los sanitarios tuvieron que cortar el poste para poder meterlo dentro de la ambulancia sentado.
Los médicos que lo atendieron del hospital de Las Vegas, aseguran que es un milagro que haya sobrevivido. "Si ese tubo se hubiera desplazado otro centímetro en cualquier dirección Andrew Linn no estaría aquí", dijo el cirujano Jay Coates quién lo operó.
El afortunado ha contado que no es la primera vez que salva de milagro, ya sobrevivió a una gira en Irak y a otro accidente en el que lo embistió un conductor borracho.
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